Entrada de Diario de Emma

Querido Diario

Mi vida ha cambiado gravemente desde que me case. No es para nada lo que yo esperaba que seria. Yo siempre espere a un príncipe azul, a un Romeo, no sé por lo menos alguien con más emoción. Carlos es pues… aburrido. Nunca hace nada por sí solo. Su madre escogió su escuela, su carrera, hasta su anterior esposa. Yo pensé que como él me había escogido a mí, él hubiera seria romántico. Pero lo veo a él y veo un niño. Un niño que se cuelga a mí, siempre quiere besarme pero no nota que estoy deprimida. He estado tan deprimida que me siento enfermiza casi todo el tiempo.

                Recuerdo de mi vida en el convento, estar en la compañía de las hermanas. En mi mente yo quería ser novicia pero mi corazón rechazaba esa idea con una seria más fuerte de la que podía resistir. Yo siempre entendía el catecismo y contestaba las preguntas del señor vicario, pero la idea de no poder sentir el calor de una mano en la mía era inaguantable, especialmente después de la muerte de mi madre. Por eso decidí regresar a la finca de mi padre, pero al llegar me deprimí aun mas Yo pensé que todo esto iba a ser un cuento de hadas. Estaba equivocada. No es quien él sea adentro, es lo que él hace que define quien es. Tal vez por dentro él sea una buena persona, inteligente y dulce. Pero le falta algo y si lo tiene no lo demuestra.  Cuando lo conocí me mentí a mí misma, posiblemente porque quería una vida diferente al campo. Pensé que con Carlos sería feliz, desde el comienzo me ha decepcionado esta relación. Yo pensé que iba a poder pasar mi luna de miel en Suiza o en escocia pero terminamos pasándola en Tostes, y  para rematar la madre de Carlos que siempre estorba, me odia con una pasión interminable.  Yo quiero ser esa princesa que está en el castillo, atrapada por un feroz dragón pero estará mi príncipe que me salvara, e ira al infierno y regresara, pelearía contra todo el mundo solo para verme sonreír, eso es lo que quiero. No, eso es lo que necesito.

                Aunque después de un largo tiempo de días grises me sentí feliz, el día que un paciente de Carlos nos invito a un Baile. Pero no era cualquier persona, si no el marques d’Andervilliers. El marques es dueño de una casa enorme. Yo lo envidio mucho, pensé que por lo menos un día mi esposo iba a poder ser sofisticado y actuar como burgués pero me mostró ser otra decepción. Se portó infantil y torpe, se guindaba de mí como un mono, y yo que estaba rodeada de gente sofisticada y noble, me sentí muy avergonzada.  Después un sirviente abrió la ventana y vi a los campesinos y me acorde de la vida que iba a tener que regresar el próximo día. La noche era un desastre total, quería tirarme al piso y llorar. Mi vida había sido arrebatada de mí desde antes que naciera. Pero  el vizconde se acercó a mí, y me pidió que bailara con él. Me sentí feliz y enfurecida al mismo tiempo. En el medio de furia y de serenidad. Lo envidiaba al vizconde por lo que tenía pero me sentía feliz porque él era todo lo que Carlos no era. Más tarde cuando los íbamos a la casa el mismo vizconde dejo caer una caja de cigarrillos. No sé por qué pero sentí un impulso a recogerlo. Un recuerdo de él, pero la verdad es que es un recuerdo de la vida que nunca conseguiré. La caja de cigarrillos es una forma en que me torturo a mí misma. Al regresar a la realidad me sentí de mal humor y enferma. Creo que es el rencor que estoy empezando agarrar.   

Pues para ser honesto al escuchar una pequeña sinopsis de Madame Bovary pensé que iba ser otro personaje sufrido. Sufridor, en el contexto que nunca va a poder ser feliz. Uno de los libros que leímos el anterior año fue Abel Sánchez y en ese libro el personaje principal se la pasa de envidioso y rencoroso lo cual me pareció aburrido y me hico perder interés en el libro. También en La Casa de Los Espíritus este Esteban Trueba que ni aun que quisiera, podía ser feliz. Aunque la diferencia de estos personajes y Emma es que, Carlos es aburrido y es por culpa de él que ella se forma en ser víctima de un caso que la mayoría creerían que ella es victimaria. El comienzo del libro es un poco lento pero después progresa a ser más interesante. Me gusta también la forma que escribe Gustave Flaubert, ya que no describe tanto para aburrirme ni poco para no darme la ilusión que el lector también hace parte de la novela. También me gusta la forma que está estructurada la novela, siento que hasta cada detalle chiquito va a ser importante para el final.